Se está despertando de un sueño, uno de esos que hacen perder la cordura a la gente. En el sueño se puede ver a muchas personas avanzando hacia un edificio, van armados con palos y piedras, pero sobre todo van con su coraje como escudo. Ellos marchan eufóricos, el aire se torna espeso y se transforma, en la gente se puede observar ese gesto decidido.
Su cuerpo se mueve por toda la cama, avienta las cobijas, voltéa a la izquierda, luego a la derecha, después se queda de panza, hasta que finalmente abre los ojos aún con la pesadez de despertar con la mente sacudida. Jala una botella de agua que tiene al lado de su cama, bebe y se queda ahí en medio de las cobijas revueltas. El cuerpo de él yace junto al de ella apacible y hermoso en comparación con su pesadilla.
En mi sueño la gente me pasaba encima mientras les gritaba "No vale la pena" Estaban enojados por algo que no lograban entender. Yo lo veía todo y les quería advertir; no podía, ¡que terrible!
Todo eso lo pensó cuando se acomodó una bata para taparse del frio, después lo miró a él reconfortado.
Se levanta de la cama, enciende el televisor y la gente en varias partes del mundo marchaba con palos, piedras y el coraje que observó en su sueño. Ella los veía sin poder hacer nada, después de todo no era un sueño. Ahora está frente al televisor mirando impotente, tal vez hasta que vuelva a dormir o a despertar.
Quién sabe...
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