jueves, 11 de noviembre de 2010

Ella escribe.

Con miles de sueños atravesados, con deberes interminables, ella, escribe.
 Y resulta que no lo hace tan mal, porque la he leído, sin embargo me parece que va a dejar de hacerlo, que su último suspiro/respiro se está metiendo a su corazón/coraza (ajá, como Benedetti). Ella no puede más, dejará de escribir de los abandonos que poblan su corazón, de los espejismos que rodean cada una de sus perdidas, pero sobre todo del cansancio de ir y venir por rostros, cuerpos, casas y todo eso.

Ella escribe su último poema de des-amor, cierra su libreta, se recuesta en la cama y llora. Mientras lo hace las gotas sobre su cuerpo, su rostro, la cama, la ropa, todas esas lágrimas se vuelven una especie de redención, un perdón que la abraza. Después sólo queda el silencio que está tan lleno de colores y porvenires. Simplemente cierra los ojos para creer.

Poco a poco caen todos los muros que crecían en su mente, el silencio sigue siendo tan bello.

martes, 9 de noviembre de 2010

A manera de agradecimiento.

Yo haría las estrellas contigo y no por tí, en cualquier moménto.

Naturalmente para : Alex Jaf.