domingo, 23 de diciembre de 2012

El dilema de la belleza


Creo que no es la primera vez que hablo sobre la belleza fisica, la visible, pero creo que es un tema particularmente doloroso (al menos para mi). Quienes me conocen me dicen "que guapa" "eres muy atractiva" ó "qué sexy", sin embargo las personas no me dicen "que bonita".

No lo hacen porque no lo soy, y el primer paso para según yo superarlo, es admitir con todas su letras la frase "No soy bonita". En algunos blogs he leído a mujeres realizadas (no bellas en su extenso sentido) que han superado su complejo de fealdad, aunque en mi opinión es algo que no se supera; cuando una cree que ha logrado todo lo que se ha propuesto aparece alguien o algo que nos recuerda nuestra no extrema belleza.
Ahora sé que el fisico no lo es todo, que las mujeres tenemos diversos encantos para atravesar ciertos prejuicios y sentirnos bellas y amadas y realizadas, bla,bla,bla. Sí, lo sé, los encantos, sin embargo eso no significa que la nariz se nos componga o la cicatriz de la cara desaparezca y por arte de magia las fotos nos pinten otra cosa que no somos.

Creo que las mujeres muchas veces somos tan exigentes con nosotras mismas que podemos perdernos en cavilaciones como la mía, sin sentido, pero también se que he invertido mucho tiempo luchando contra esa belleza fisica que terriblemente nos han impuesto, intentando encontrar la mía propia, y esa lucha es muy frági, tanto que cuando alguien me dice "fea" inmediatamente me enconcho como cochinilla y lloro, así...

Contando las veces que he escuchado a las mujeres "no bellas" decir que eso no les afecta, debo decir que les creo a pocas.

Por mi parte eso de la belleza es una piedra que debo tirar y aventarsela en la cara al que se atreva a decirme lo que ya se.

lunes, 15 de octubre de 2012

Fuck!!!

No encuentro mi paz, el mundo y sus constantes saqueos me la han arrebatado. Finalmente era un lujo que (sabía) no iba a durar.

Hola Mundo.

martes, 24 de julio de 2012

In the end

Qué dificíl es, salir del silencio.

jueves, 19 de julio de 2012

Sólo una vez

En México se vive una farsa llamada democrácia. Con un poquito de suerte el teatro se acabará en los proximos meses, sino, vendrán un sexenio plagado de corrupción, desmemoria y resignación por parte de mi pueblo.

Hace poco viajaba en el metro de la ciudad, era una de esa noches de lluvia y tráfico por todos lados, con los audifonos puestos hago de ciertos lugares sitios más habitables, de pronto se escucha un disparo en el último vagon del andén donde viajaba, las personas comenzaron a correr hacia los primeros carros, con mi desinterés logré mantener la calma, el metro aún no llegaba a su estación de destino y los rostros asustados me hicieron darme cuenta de que algo grave había pasado. Cuando el metro llegó a su estación de destino las puertas se abrieron, en el último carro un tipo moría desangrado.

Las personas al enterarse de lo que había pasado corrieron asustadas para huir del vagón y del metro mismo, dando al sujeto que disparó la oportunidad de huir, sin embargo cuando alguién vio al individuo del arma entre la gente que corría, lo delató a un policía de estación, entonces se escuchó un segundo disparo. La gente volvió a regresar al metro que se encontraba parado en la estación y silenciosamente su desconcierto transformaba la atmósfera. Muchas señoras tomaron asiento queriendo ver al hombre que se desangraba el el último vagón, otras optaron por el silencio y las miradas de reconocimiento, de empatía hacía el otro para sentirse menos asustadas y por qué no...acompañadas.

Los hombres se asomaban a las puertas queriendo mirar si se llevaban al desangrado o si el carro del tren avanzaba, los más viejos murmuraban cosas inentendibles, pero sus tonos se parecían mucho al de esos hombres experimentados que siempre saben por qué ocurren las cosas. Yo permanecí en un asiento, inmóvil e incrédula.

El escritor Julio Cortázar dijo una vez sobre el metro (no recuerdo cuál) que lo más preciado de viajar en él era su silencio. Con los vendedores ambulantes se acabó lo que tanto había maravillado al argentino,  y si a eso le agregamos que ahora el metro es un lugar donde se plomea a las personas se volvería a morir.

En la Ciudad de México debemos recordar que no es la primera vez que sucede algo así, sucedió también hace un par de años cuando un sujeto en la estación Balderas arremetió contra un oficial de seguridad porque éste le había increpado en una pinta contra el gobierno panista, el hombre había puesto en la pared del metro "Calderón asesino", el oficial sólo tenía 22 años.

La desmemoria junto con otras necesidades no cubiertas (que no mencionaré) por un sistema fallido son determinantes en lo que acontece ahora en mi país, que pugna por ser algo mejor (porque lo es).
Huele a revolución y poco a poco se avanza, pese a todo...

sábado, 14 de abril de 2012

Energía sexual = expansión

"Buscamos y no encontramos" Esa frase la reza el amor, sin embargo cuál sería la frase acuñada cuando se quiere sexo y no se tiene. Soy nueva en eso, soy nueva como en todo lo que me ha tocado vivir respecto a este mundo. Mi alma acaba de llegar y sabe que tiene una capacidad auto-reflexiva, pero cuando  tiene alcohol la sensación se agudiza. Es necesario aislarse, encerrarse y pensar.

Justo ahora pienso ¿dónde está el sexo? Miro entre mi pantalón y ahí está, esperando tener dentro de sí un cuerpo lleno, un hombre y una espalda desnuda que contemplar (tal vez) en alguna mañana, pero luego llega a mí otra reflexión "Cuerpos hay muchos" Ajá, lo sé y lo peor es que cuando tenga sexo y esa persona y esa espalda se vayan tendré ese deseo otra vez, entonces la respuesta no es una penetración, no es una espalda, no es una persona.

En la meditación leí alguna vez que la energía sexual es la más fuerte de todas nuestras energías, es por ello que cuando una mujer se "entrega" a un chico, confunde muchas veces  sexo por amor. El vencer aquellas barreras del cuerpo mismo y darse es en sí, es un ritual. Posiblemente en la sociedad mexicana algunos hombres lo hagan  algo vano y sin valor, pero es un acto que por sí solo rompe con nuestras propias fronteras y creo que cuando se está ahí se trastoca el alma; de ahí su fuerza, de ahí la enorme necesidad de entregarnos y sucumbir, sólo por el breve instante de sentir otra alma y otro cuerpo cerca del nuestro y vernos reflejados en el otro.
Entonces vuelvo a preguntarme ¿dónde está el sexo? El sexo no existe ya para las personas que hemos decidido vivir solas, no hay entrega ni deseo de anhelar un alma, el sexo está ahora en sentir el aire de un viaje a ninguna parte, en escribir un texto infinito, en recostarse en el paso y sentir el sol (de antemano sin querer quemarse) el sexo es un helado en medio del calor, un deseo que se consume y nos potencia-liza a lo más alto. Sencillamente un intercambio que nos eleva a la creatividad.

Con esta entrada inauguro una nueva etapa, una nueva energía: la creatividad.
Y lo digo de corazón...ya me había tardado.

sábado, 7 de abril de 2012

Colores

Hoy por fin encontré la canción que necesitaba para escribir unas lineas más, dentro de la conmoción que me invade escucho la letra, reflexiono acerca de la brevedad de la música que la acompaña y como una reacción en cadena mi mente se traslada a un mes y medio atrás, recorro cada parte de las palabras y sin saberlo (algunas veces sin sentirlo tampoco) lloro. El llanto que llega a mí, se va como relámpago, luego el corazón se hace más grande, más bien se hace.

En otro tiempo hubiera llenado de lodo esa reconstrucción, sin embargo dentro de mis ojos de lluvia los colores anuncian un buen presagio.

lunes, 19 de marzo de 2012

Las arañas

Existe un minuto en el tiempo en el que se odia todo, y por todo me refiero a lo que nos ha construido en nuestra vida: la familia, los amigos, el trabajo, la escuela, los novios (as). TODO.
Esas personas que con tanto ahínco defendemos, las ideas con las que nos casamos, la gente que amamos y que nos amó, lo que supuestamente hacemos y nos hace sentir productivos, de nuevo, me repito a mí misma:TODO

Pero dentro de TODO lo que odiamos aún existe algo más, algo que lo contamina. Yo por ejemplo odio la construcción que se hizo de mi en torno a ser mujer, los miles  juguetes que me compraban para reforzar ese rol, la princesa que querían que yo fuera, el amor que me inculcaron, alguna vez, llegaría. No hay nada más repulsivo que despertar y saber que en el fondo de tu corazón esperas a ese amor, que una ilusión te carcome la cabeza y acaricias la preciada idea de verte en los brazos de alguien, que tome tu cintura con una mano y te acaricie el pelo, el sexo, el corazón, con la otra.

Ese ilusión absurda me destrona de todo lo demás, posiblemente de la mujer que quiero ser, simplemente porque en esa idea se encuentra mi debilidad, una que tal vez ni es mía, sino que fue construida, un cuento que creí y que yo misma reforcé. Debería odiarme a mí y a las mujeres de mi familia, debería enterrarles un cuchillo por hacerme creer en un cúmulo de ilusiones acerca de la pareja; yo debo clavarme un cuchillo, porque una parte de mí no pudo observar que la otra parte de las mujeres de mi familia son unas solteronas, tal vez muy tristes. De niña nunca me pregunté cuál sería mi suerte con los chicos, porque siempre me dijieron que era bonita, que era inteligente, que nunca me iba a faltar ese amor.
En la meditación me dicen que el amor es TODO, o sea, eso que estoy odiando en este minuto.
No quiero seguir creyendo, porque todavía busco, para no encontrar.

martes, 28 de febrero de 2012

Una silla

Nunca le gustó lo que yo escribía (y no lo culpo). Justo ahora me doy cuenta de que ocupo el primer lugar en la fila de las perdedoras, la cúspide de la confortable mediocridad. Las cosas se movieron y es como si la tierra me hubiera puesto en lo desconocido, donde no sé para dónde moverme, qué decir, la cara que debo poner e infinidad de cosas que el sentido común da. Perdón, olvidé que mi sentido común está resolviendo como dejar de ser adolescente sin el menor daño posible, así que no cuento con él (y no es queja).
Una fascinación de conocer y conocer, de seguir explorando y no descansar me invade, satisfago mis ganas de re inventarme con las personas "yo hago esto.." y con conocimiento de causa sé que a la gente le da igual; entonces, ataviada de sensualidad, despierto curiosidad, sin embargo a los hombres les importa un pito. Seguramente son las nalgas, cada vez peor, o la panza que me ha crecido por estar tanto tiempo sentada. El punto es que...ya no funciona, la gente no funciona ya, el lugar cambió, la vida cambió y hay que aprender a saber adaptarse, como el mejor animal, como lo que siempre supuse que era: una chingona.

Una vez resuelto el problema salgó con mi mejor sonrisa, aunque  ya no importe más en éste mundo hostil ¿entonces?
Entonces, nada de sonrisas, de ternuras, de melancolías y máscaras puestas. Ya no.

Ahora una silla, yo en ella, tal vez ahí, llorando, tal vez no..
Lo que sí (y de forma muy seria) contemplando...porque no existe un sitio estático para albergar a nuestros demonios, así que los dejamos y volvemos a nacer. Nos guste o no, solos, siempre solos.

jueves, 12 de enero de 2012

Un cuaderno nuevo.

Con la euforia del año nuevo compré una libreta hecha a mano, carísima.
Pensé que tal vez ahí podría escribir mis incongruencias, mis delirios y uno que otro demonio, pero la verdad está tan chingona que he vuelto a este blog para no ensuciar sus páginas con mi tinta gel.