domingo, 23 de diciembre de 2012

El dilema de la belleza


Creo que no es la primera vez que hablo sobre la belleza fisica, la visible, pero creo que es un tema particularmente doloroso (al menos para mi). Quienes me conocen me dicen "que guapa" "eres muy atractiva" ó "qué sexy", sin embargo las personas no me dicen "que bonita".

No lo hacen porque no lo soy, y el primer paso para según yo superarlo, es admitir con todas su letras la frase "No soy bonita". En algunos blogs he leído a mujeres realizadas (no bellas en su extenso sentido) que han superado su complejo de fealdad, aunque en mi opinión es algo que no se supera; cuando una cree que ha logrado todo lo que se ha propuesto aparece alguien o algo que nos recuerda nuestra no extrema belleza.
Ahora sé que el fisico no lo es todo, que las mujeres tenemos diversos encantos para atravesar ciertos prejuicios y sentirnos bellas y amadas y realizadas, bla,bla,bla. Sí, lo sé, los encantos, sin embargo eso no significa que la nariz se nos componga o la cicatriz de la cara desaparezca y por arte de magia las fotos nos pinten otra cosa que no somos.

Creo que las mujeres muchas veces somos tan exigentes con nosotras mismas que podemos perdernos en cavilaciones como la mía, sin sentido, pero también se que he invertido mucho tiempo luchando contra esa belleza fisica que terriblemente nos han impuesto, intentando encontrar la mía propia, y esa lucha es muy frági, tanto que cuando alguien me dice "fea" inmediatamente me enconcho como cochinilla y lloro, así...

Contando las veces que he escuchado a las mujeres "no bellas" decir que eso no les afecta, debo decir que les creo a pocas.

Por mi parte eso de la belleza es una piedra que debo tirar y aventarsela en la cara al que se atreva a decirme lo que ya se.