jueves, 20 de octubre de 2011

Un Jack Daniel´s

Su cama es un sillón en un cuarto frio, su sábana un sleeping morado que algunas veces sirve de almohada y otras de cobija. Sus besos dejan de ser un bosquejo y cada lenguetazo arde dentro de mí, de a ratos se borra el sentimiento de sentirnos extraños, parecemos dos novios que se entregan a la íntimidad y así roza mis hombros y los despoja lentamente de los tirantes del sontén.

Con una súplica certera me dice al oído "Chúpame" Y su voz resuena en mí como una orden que debe cumplirse. Bajo a su abdomen, beso sus torax, lo beso de a pedazos y mis manos abren su pantalón. Me gusta, me gusta mucho lo que veo, su falo es tan firme y la sensación de tocarlo hace que mi vagina se humedezca. Antes de succionar o lamer me gusta mirar, lo palpo, la punta me parece lo más deseable que mis ojos hayan visto, luego soplo un poquito para medir su sensibilidad, sus parpados se cierran y su boca se abre, despues me mira. Él disfruta.

Con su falo en mi mano succiono. Él exclama: ¡Aaaa!
No lo puedo evitar, me levanto para besarlo y su boca es tan dulce, como la sensación de victoria después de una fuerte batalla, como encontrarse dinero cuando no se tiene nada para comer. Su boca...
Vuelvo a chuparlo, me esfuerzo en lamerlo bien, mi quijada está cansada pero mientras tomo aire observo su rostro mirando el espectaculo que le doy. De pronto su mano me hace volver, pero estoy cansada, le digo: "No soy una muñeca inflable" Él sonríe y responde: "No, eres mejor" y regresa mi boca a su falo, yo no puedo más, quiero que se venga ya, pero se contiene demasiado. Me levanto para tomar aire y encuentro una botella de Jack Daniel´s ¿Dónde estaba mi trago redentor?--Pienso-- Finalmente ya no importa. Me sirvo, agrego hielos y bebo.

El aire frio de su cuarto y el vaso de wisky me rehacen. Él me toma por la espalda, me besa y regresamos al sillón. Me encanta sentirlo dentro y furioso, tocando mis pechos con violencia y jalando mi cabello, pero lo mejor es llevar una hora con él, rompiendo la distancia que existe entre dos personas que apenas se conocen, disfrutando del deseo y la embriaguez que me produce el trago de él.

domingo, 2 de octubre de 2011