viernes, 22 de abril de 2011

Como un sueño

Para mí es indispensable la música, de hecho si los  caminos de la vida no me hubieran alejado tanto de lo que me gusta en estos moméntos sería cantante de ópera, viajera del mundo, doctora haciendo labor de traductora y guía de turista, actriz de teatro y en los tiempos libres comunicológa danzante de árabe y fiel reproductora de los ritmos del tambor, en fin, todológa. Lo reflexiono demasiado y no tengo en realidad el tiempo de hacer todas las cosas que deben ser, pero siempre en mi imaginario me hubiera gustado hacer muchas cosas.

Sin embargo una canción fue suficiente para detonar todos esos deseos de mi jardín secreto, una canción que reza: "Si hemos de morir quiero que sea esta noche en tus brazos, abrazame que contigo yo no moriré, contigo yo renaceré" y se dice tanto dentro de ella, pero las palabras son sólo el lenguaje de lo que de verdad remueve en mis adentros, porque después sigue "No estoy para nadie, yo sólo quiero morir en los brazos de una mujer linda" y justo ahí el punto de clímax de la canción sube "Contigo yo no moriré".

Alguna vez escuché a un gran amigo decirme una frase que no olvido "Amar a alguien es decirle: Tú no morirás" y entonces mis recuerdos no sólo de esa frase resurgieron como en cadena, sino también esta noche resurgieron como un sueño muy lejano. Parece que fue hace mucho el día que tomé mis maletas y decidí irme de mi casa detrás de mi gran amor, perdón, quise decir de la mano de mi gran amor. Debo confesar que a los quince años uno nunca sabe qué va a pasar de su vida, o de su futuro, yo si lo pensaba y lo único que se veía en mi vida presente y futura era él, desafortunadamente las cosas no resultaron y mis maletas junto con mis sueños tuvieron que acomodarse después de dos años a la vida familiar. En el fondo debo confesar que siempre quise una historia, entonces él apareció para ofrecermela y yo la tomé.

Se tiene la creencia de que los adolescentes son estúpidos, pero eso no es verdad, siempre existe quién sabe lo que quiere, aunque las cosas no salgan bien. Yo siempre quise una historia para contarle a mis hijos o nietos y vean ésto, ahora se las estoy contando a ustedes, en un rápido suspiro, lo cuento ahora como si fuera otra persona, como si áquello que sucedio  ahorafuera un sueño; entonces mientras lo reflexiono me doy cuenta de cuánto ha pasado el tiempo, de todo el camino que he recorrido aquí, siempre supe dentro de mí que iba a llegar el moménto de reconocerlo, lo supe desde que comencé a vivir mi historia y veía que las cosas no estaban saliendo del todo bien.

Posiblemente me adelanté como muchas voces afirman, uno debe vivir su adolescencia ¡pero a la mierda! Yo la viví en brazos de un hombre, haciendo el amor mientras las otras niñitas de mi edad jugaban en la calle o estaban con su mamá viendo su vestido para su fiesta de XV, mientras las otras niñas se iban a su primer tardeadita con sus amigos, yo me encontraba en la playa haciendo el amor bajo las estrellas y escuchando el sonido del mar, Sí, fui yo, lo viví y ahora todo parece un lejano sueño, el tiempo se ha comido mi historia y posiblemente sólo vive mientras la cuento, mientras en mi mente me veo con mi largo cabello recorriendo diez años atrás. El tiempo se llevó mi historia, se llevo lo bueno y lo malo junto con las personas que me rodearon todo ese tiempo, amigos, novio y todo. No había sentido el paso del tiempo ¿entonces a qué se debe ese sentir? Quisiera saberlo, quisiera contestar esa pregunta que yo misma me hago, pero lo único que puedo responder es que soy otra persona, tan distinta a la niña busca historias, no cabe duda que también el tiempo hizo su trabajo conmigo y yo misma hice mi trabajo conmigo. Soy otra y me gusta tanto poder tener esta capacidad de voltear al pasado y agradecerle todo, simplemente me hace feliz. Cuando estaba viviendo con ese hombre maravilloso y las cosas no iban bien siempre pensaba que en un futuro iba a recordarlo como "algo que simplemente sucedió" Yo lo sabía, sólo que no sabía cuándo iba a pasar y hoy es la noche.

Feliz les regalo mi historia/sueño un poco más completa, posiblemente una ficción de la loca cabeza de una mujer que vive de escribir historias, sólo les puedo decir algo último, la canción sí es real. Ahora sé que un día alguien me va a cantar esa canción y ese alguien me va a querer mucho, de hecho me lo estoy imaginando sentado sobre nuestro sillon rojo, después de un largo día de reportar cómo se cae el mundo. Yo me lo imagino alto, con un sweter de algodón azul y unos jeans, con sus cabellitos alborotados y una gran sonrisa porque eso le provoca mirarme. Sí, yo estoy ahí bailando esa canción, entonces las cosas van bien, muy bien. El tiempo se transforma y yo con él.

Hermosa noche para todos...


martes, 19 de abril de 2011

Negro

Antes de que se me olvide ocurrió, sin querer me vestí de negro. En las novelas el negro es luto, en la vida material el negro representa una catastrófe, un dolor que se debe respetar, la pausa que nuestras vidas necesitan para entrar en introspección, sin embargo en la mandala del loto hindú el negro significa cambio, transformación. Tiene que ver con la muerte, sí, pero  también implica desapego emocional, involucra una madurez espirítual que nos posibilita dejar ir.

No se sabe a ciencia cierta cuando ocurre, cuando el camino que hemos andado nos avisa con un fuerte zarpazo ¡Heeey tú, ya estas listo!
Es posible que muchos cielos se caigan antes de ese moménto, también es posible que mucha gente, mucha,o poca, pero muy importante se haya ido y entonces, se fue fuera de lugar, de tiempo, de todo. Culpar es una reacción, echarse a correr o encerrarse puden ser unos pasos para la recuperación, pero el color negro ya nos ha trastocado, ya cumplió su función de cambio y una parte de nosotros no echa para atrás, una parte muy pequeña ya está adelante, o hacia arriba, o abajo. Aunque en realidad el rumbo así como el color del mar son algo incierto. Por eso me explico los escapes al mar, algunas veces al ocaso del sol el infinito del óceano es lo más cercano a nuestro  profundo negro . Negro, nuestro luto, nuestro desapego.

Ahora mi estimado lector, imagínese por un moménto esa sensación clara, una persona muere o se va, entonces una parte de usted se va con esa persona, en lugar de mirar a la persona en este moménto de mi vida observo el cambio, el negro que me invadió desde la ropa, hasta el alma. Podría ser una tristeza muy profunda, lo cuál es innegable, pero también la punta de mi pie apunta hacia un horizonte distinto y bien trazado por la vida. Un pedazo de mí murió hace dos meses, un ser jovial e ingenuo, lleno de entrega para la amistad y dispuesta al amor, un ser que enceguecido por la efervecencia de su nueva luz no pensó, no midió la delicada línea del amor no correspondido y falleció. Es lamentable la pérdida que me invade, mi triste corazón se rompió, pero también se ha expandido, y es un dolor que no duele, y es un luto que no se carga sobre los hombros, es una oscuridad necesaria, un silencio que me susurra bajito "Transformación" "Transformación"

Me he reconciliado con mi luz, con esa que le sonríe al mundo, pero mi oscuridad me acechaba incrédula. Esta noche a la luz de luna veo la belleza de mí oscuridad, porque ese ser ingenuo, que se entregaba a ciegas, que miraba amor en los ojos de cualquiera se ha muerto es porque era necesario. Los cambios y las reconciliaciones siempre son necesarias.

Mi luto es iluminado por mi luna, entonces todo se ve tan hermoso.
Nunca somos los mismos, nunca estamos en el mismo lugar, aunque así pareciera.
Hoy, soy negro.

viernes, 15 de abril de 2011

Con cara de abril

En estos días he redescubierto el lenguaje detrás del lenguaje. Todas las palabras que afloran dentro de nosotros y que muchas veces nos inhibe decirlas, también me ha parecido extraño como la vida me pone señales maravillosas para no entristecer, y celebrar la vida, celebrar Abril. Sin una razón estoy feliz, danzando entre mis telas, bailando arábe al ritmo de los tambores, posando desnuda frente al espejo, simplemente estando en el aquí y en el ahora, no hay otro lugar que desee más que mi ventana desde donde contemplo la frágil lluvia acompañada de mi gata latosa. No, no hay sitio mejor...

Y de pronto le encuentro sentido a este instante y lo hago perpetuo, ví el pasado en perspectiva y no quiero volver, no deseo estar allá con mi cara triste contemplando la lluvia desde una banqueta y dejandome salpicar por los carros, hoy me acojo olvidandome de ese último chico que rompió mi corazón, el último que sin saberlo expandió mi ser, aunque eso dolíó y mi corazón se encuentre quebrado, aún tengo otro amor, otro que me mantiene aquí, lejos de todos los ruidos que perturban la calma. También me mantengo al margen de mi propia mente, me resguardo de ella, ya que muchas veces suele ser un instrumento de flagelación. Gracias al pasado, por la fuerza, por el extremo llanto, por dejar que mi corazón se rompiera y se reconstruyera tantas veces, por darme una oración, un beso delicado junto con sexo embravecido, por construirme de esta forma.

Hoy se me recomendó silencio, encontrarme con mis pensamientos y no hablar, pero he aquí mi terquedad, echa post y para colmo público. Lo demás obvio es mio, porque dentro de todas estas líneas no he dicho gran cosa, pero peor para aquellos que no creen en mi discreción, en esa parte tan privada  que me esmero en proteger. Hoy es abril, pero desde hace un tiempo, pese a todo, los días tienen cara de Abril.

martes, 12 de abril de 2011

El otro infinito

La hoja cae con solemne rapidez
una manecilla digital gira con violenta lentitud
los días entonan un sol en forma de canción

La calle se mira al espejo
y se mira linda
un pájarito se pierde entre las nubes
y regresa perdido a su casa

El silencio camina en mi pensar
los lugares se cambian de dirección
algunos hombres mudan de piel
mientras, el otro infinito se ve naranja.

¡No existo! ¡No existo!
Otro infinito cambia
y sus aves callan
Las calles se ciegan
mientras, el otro infinito se tiñe rojo.

Frágil silencio
compaces de ruido
que acarician mis oidos
que calan mi piel

Una bala corta el otro infinito
cadáver poético
cortado con cinta canela
con balas ajenas

Otro infinito sangra
muere una poesía
con cara de niño
y sonrisa de joven.

Los pájaritos se pierden
y no regresan más.


La guapa/2011