lunes, 5 de enero de 2009

El siempre misterioso Dejavú

Debo confesar que siempre he querido ser otra persona, de niña quería ser Lorena, tener una mamá que tuviera un Kinder, hacer fiestas, chismográfos y burlarme de los niños gordos, orejones o feos. Nunca pude ser Lorena.

En la secundaria quería ser Mayra y tener su tono de piel blanco pero sobre todo esos enormes pechos que volvían a los chavos más cotizados de la escuela locos. Quería ser Mayra y hacer valer mi ley de la más bella para conseguir irme de pinta, fajes detrás del salón y tener al novio más guapo. Nunca pude ser Mayra y como lo agradezco.
Ayer mientras leía una novela porno-cósmica deseaba ser Sofía, ser aquella mujer tríptico que un día toma sus maletas y se marcha después de haber dibujado de gris el mundo de un hombre, pero mientras más leía me daba cuenta que Sofía era tres mujeres en una, una maraña del autor que no tengo derecho a cuestionarme. Es su pluma y su historia.

Con una cara de zombi fui al espejo del baño y miré mi rostro largo rato, el autor no sabía que decirme…
¿No escribiste sobre mí? –le dije.
Tú eres Sofía –me dijo.

Indignada por la respuesta salí del baño, rompí su novela, tomé mi ropa y antes del portazo le dije:

¡Tú me obligaste a ser Sofía!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

yo escribí esa novela.... por fortuna ficcionaste el hecho de q la rompias (el resultado hubiera sido atómico). Anuncio q me reservo mi comentario hasta q termines de leerla completa, je je.

Muaki!!

La guapa dijo...

Atomix pichuuuú.grrrr,ssss.Muaki

Anónimo dijo...

Yo nunca he querido ser alguien más, peor sí he querido no ser yo.