viernes, 15 de octubre de 2010

El peso está en tu alma.

Es tarde en la mañana, entonces te levantas dejando la mitad de tu cuerpo sobre la cama. Después llegas a quién sabe donde, con media alma, lo que equivale a -21 gramos. Luego un café con los amigos, una charla, una caminata, risas, la felicidad de sentir tu piel debajo de tu piel ¿y tus 21 gramos estarán contigo?

Nadie siente el frio que tú sientes en la espalda, por tu cuerpo, el frio que te azota como si estuvieras desnudo; si te comes una manzana te sabe a ti, si te caes y golpeas el dolor lo sientes tú, justo ahí esta el peso de ser, estar y existir, en el cuerpo y el alma que lo gobierna. Mi peso está en este dolor que no sale aunque puje, en el frio que gobierna mis pensamientos. De pronto, la mano que acaricia mi entrepierna se pierde en el espacio por la falta de peso en ella, en la falta de significado que tiene en todo. 

Los pensamientos traslúcidos e iracundos estorban al libre sentir del ser, la energía es para expandirse y penetrar en el otro haciendo eco, una mirada es un eco, un "no" bien plantado es un peso, todo lo que se haga para expandir esa energía que circula desde tú vientre es un peso, para tí, para anclarte y saberte perteneciente a este mundo, tan vital como tu alma.

La rueda sige girando, aún estamos vivas.

1 comentario:

NTQVCA dijo...

La insoportable levedad del ser...