miércoles, 13 de agosto de 2008

Irrealidad

Se escuchaban ruidos por todos lados traté de esconderme sin embargo ya era tarde me descubrieron, con un fuerte jalón de cabellos me arrastraron hacia un patio en donde había otros adolecentes universitarios, gente educada que en algún momento de esta revuelta protestó, no reconocí a nadie estaba muy asustada, a punta de metralla nos llevaron hacia una camioneta, las suelas de los militares dejaban a su paso huellas de sangre.

En la camioneta nos amontonaron y taparon cualquier fuga de aire, las respiraciones poco a poco se fueron apagando eramos muchos y el camino parecía no acabarse nunca, cuando se detuvo habia desmayados nos sacaron de la camioneta,nos etiquetaron, formaron y ya sabía que no había más, los rostros de resignación, el llanto en ese momento innecesario. ¡No quiero morir! ¡Por favor, no me maten! (Silencio) avanzaba, los tipos de bata blanca me miraban y llegué, ¡por fin llegué!, mientras me administraban una inyección sentía mi cuerpo desaparecer de esa realidad escalofriante, todo se volvió oscuro y silencioso, en ese momento debio sonar el despertador pero eso no sucedió.