jueves, 15 de mayo de 2008

Grito

Un amor que podía precindir de su objeto, que en la nada encontraba su alimento.
Dejandolo correr al olvido y sostenerse otra vez, solo, en este nuevo peldaño de realidad abierta y porosa.

2 comentarios:

Juan Manuel Escamilla dijo...

Lamentos fragmentarios, voces quebradas que pronuncian otras voces quebradas inaudibles, tristezas a la carta, dos o tres certezas... de dudarlo todo desde siempre.

¿Y qué hay de ti? ¿Y qué hay de nada?

La guapa dijo...

¿Que hay de mi?
Pues no mucho, tal vez unos ojos cafés, un cabello oscuro, unos labios rosas, una cabeza llenas de ideas y un corazón palpitante bastante timido. Todo lo demás funciona. Bienvenidisímo a mi bloG, yo digo que te quedes te va a gustar ;). Saludos!