En una noche.

Una ventana me mira, me acerco, pero no puedo tocarla. Sigue mirando, ahora con más fuerza, yo también la veo, pero molesta, comienzo a gritarle para que deje esa curiosa compasión.
¿Que me ves?
¿No tienes otra cosa que hacer?
¡Vete a molestar a alguien más!
Ella desconcertada por mis gritos y lágrimas corre sus cortinitas, y me muestra un infinito apacible, sus cristales se abren y por ellos pasa una brisa de aire cálido, un aire que no puede provenir de este mundo desquebrajado.
Yo creo que alguien pensó en mi.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
la conexciòn mas sutil, a travès del eter le llaman algunos.

Mas allà de mails y cartas, que necesario es que alguien nos suspire aunque sea de tan lejos en es espacio y tiempo...


io
La guapa ha dicho que…
Gracias. Beso infinito.
sweet candy ha dicho que…
prima yo t he pensado muuucho! cuando t veo? o debo sacar cita? jajaja, besitos

Entradas populares de este blog

Lo que prometiste.

Un poema hecho hombre